Bethania Betances. Directora de país, ONUSIDA República Dominicana
Pese a los avances realizados, en República Dominicana, para reducir la mortalidad relacionada al Sida; aún existen importantes desafíos en áreas claves como la prevención, el acceso a pruebas, la adherencia al tratamiento, las discriminaciones, violencias y barreras a sus derechos humanos, que enfrentan cotidianamente las personas que viven con el VIH. Dichos retos están asociados a las desigualdades de género y otras formas de discriminación, poniendo en riesgo la sostenibilidad y eficacia de los programas de VIH.
El Diagnóstico de Género de la respuesta nacional al VIH en el país, impulsado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA); en coordinación con el Ministerio de la Mujer, el Servicio Nacional de Salud, el Consejo Nacional para el VIH y el Sida, la Alianza Solidaria para la Lucha Contra el VIH y Sida (ASOLSIDA), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Fondo Mundial; representa una oportunidad única para revisar las necesidades y brechas en las políticas y programas existentes, así como las recomendaciones para abordar los desafíos frente a esta epidemia. La metodología se basa en el Instrumento de Diagnóstico de Género diseñado por ONUSIDA, en 2018, para apoyar a las naciones en la evaluación del VIH, su contexto y la respuesta nacional frente al virus, desde una perspectiva de género basada en enfoques interseccionales y de derechos humanos[i].
Abordar los determinantes sociales y estructurales es un paso indispensable para cerrar las brechas actuales y enfrentar los problemas emergentes.
El escenario epidemiológico del VIH, en República Dominicana, refleja la influencia de los roles, las identidades y las expectativas de género en los riesgos, vulnerabilidades y el acceso a los servicios. En el 2020, de las 75 mil personas adultas (desde los 15 años) con VIH en el país, las mujeres constituían el 51%, y entre las personas jóvenes de 15-24 años, el 63%[ii]. En ese mismo año, los hombres representaron el 52% de las nuevas infecciones por VIH, en la población mayor de 15 años[iii]. La prevalencia del VIH en poblaciones claves es de 3 a 28 veces más alta, que en la población general[iv]. En el 2020, el 86% de las mujeres y el 80% de los hombres con VIH conocían su estado, y recibían tratamiento antirretroviral, en un 61% y 63%, respectivamente; mientras que el 80% y 77% presentaban supresión viral[v].
Es urgente colocar las necesidades específicas de las mujeres y las niñas en el centro de las políticas, programas y financiamiento de la respuesta nacional al VIH.
Aunque las mujeres constituyen la mitad de las personas con VIH en el país, su realidad y necesidades tienden a obviarse al priorizar intervenciones y presupuesto. Las mujeres y las niñas experimentan obstáculos, que perpetúan las disparidades de género y producen desigualdades en la división del poder, la participación social, el control de los recursos y los procesos de toma de decisiones, generando desventajas a nivel socioeconómico, jurídico y político. Estas barreras, a su vez, tienen implicaciones específicas en cuanto a los riesgos, las vulnerabilidades y las consecuencias del VIH en ellas. Las mujeres dominicanas tienen mayor probabilidad de no tener ingreso propio (18%), en relación a los hombres (8.4%). Además, en República Dominicana, el índice de feminidad en hogares pobres es uno de los más altos en América Latina (138.5)[vi]. La mortalidad materna es de 95 muertes por cada 100 mil nacidos vivos[vii]; y la tasa de fecundidad en adolescentes, en el área rural, es de 110 nacidos vivos en comparación con un 66 del área urbana. La prevalencia de mujeres casadas o unidas con necesidad satisfecha de planificación familiar para espaciar o demorar los embarazos difiere por nivel educativo; ya que el porcentaje con educación terciaria, que utilizó algún método es mayor (25%) a las del nivel primario (10%)[viii]. El 69% de las mujeres mayores de 15 años han experimentado violencia en los ámbitos públicos y privados, alguna vez en la vida[ix]. Asimismo, las que tienen VIH enfrentan situaciones de discriminación en los servicios de salud, como la negación de asistencia en materia de salud sexual y reproductiva, debido a su estatus serológico[x].
Los resultados del Diagnóstico de Género de la respuesta nacional al VIH serán utilizados por las autoridades dominicanas y otros sectores involucrados en políticas y programas claves para priorizar intervenciones transformativas de las relaciones de género y el financiamiento requerido para su adecuada implementación. Garantizar la salud, el bienestar y el ejercicio de los derechos humanos de mujeres y niñas, así como de poblaciones vulnerables diversas es un imperativo ético impostergable.
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[i] ONUSIDA. Instrumento de diagnóstico de género — Hacia una respuesta al VIH transformadora de las relaciones entre géneros. Ginebra 2018. https://www.unaids.org/es/resources/documents/2019/unaids-gender-assessment-tool
[ii] ONUSIDA. AIDSInfo.
[iii] UNAIDS. AIDSinfo. https://aidsinfo.unaids.org
[iv] ONUSIDA. Actualización Global del SIDA 2020. Aprovechar el momento. Abordar las inequidades arraigadas para poner fin a la epidemia.Avances en el cumplimiento a diciembre 2019
[v] UNAIDS. AIDSinfo. https://aidsinfo.unaids.org
[vi] Observatorio Regional de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe- CEPAL.
[vii] Gender GAP Report 2020. https://www3.weforum.org/docs/WEF_GGGR_2020.pdf
[viii] ONE. ENHOGAR-MICS 2019. República Dominicana. https://www.one.gob.do/publicaciones/2021/enhogar-mics-2019-resumen-ejecutivo/
[ix] ONE. ENESIM, 2018. República Dominicana. https://oig-rd.gob.do/portfolio/encuesta-experimental-sobre-la-situacion-de-las-mujeres-enesim-2018/
[x] Luciano, D., Negrete, M., Vázquez, M.J., Hale, F., Salas, J., Alvárez-Rudín, M., Arends, M., Cano, A., Iacono, M., Sánchez, M., Cabezas, M., Chete, B., Flores, G., García, F., Herreira, ML., López, L., Ramírez, B., Soto, EM. (2020). Estudio Regional sobre Violencia y Mujeres con VIH en América Latina. ICW Latina, Hivos, Development Connections y Salamander Trust. Managua, Nicaragua.